MANFREDONIA
Conocida con el apelativo
de Porta del Gargano por su posición geográfica,
Manfredonia surge sobre el homónimo golfo situado en
provincia de Foggia.
La ciudad fue fundada por el rey Manfredo de Suevia (1256),
hijo del emperador Federico II, precisamente de su nombre
deriva el actual nombre de la población. El rey quiso
de este modo dar un lugar de alojamiento a todos aquellos
habitantes huérfanos de la antigua Siponto, destruida
por el terremoto del 1223 y por el maremoto de 1256.
En pocos años la ciudad nació y creció
gracias a las importantes prevendas que acelerarán
su expansión geográfica y económica,
entre estas destacan algunas exenciones fiscales o franquicias
y el derecho de acuñar moneda.
El mismo Manfredi dió inicio a la construcción
del castillo suevo que no llegará a ver terminado ya
que fue derrotado y asesinado en la batalla de Benevento (1266)
a manos de los angevinos, llegados a Italia por deseo del
Papa.
Los nuevos reyes llamaron a la ciudad Sypontum Novellum, pero
los habitantes continuaron a llamarla con su nombre original
en señal de gratitud al rey Manfredo.
El progreso de la ciudad fue minado por las inundaciones que
ya había sacudido a la antigua Siponto. Por este motivo
Manfredonia se aislaba progresivamente de las otras ciudades
del territorio. El problema fue resuelto sólo en el
siglo XIX con un proyecto de mejora estructural.
Los turcos, al mando del general Ali Pascia, llegaron procedentes
del mar en el 1620 y, como en las otras ciudades de Apulia,
destruyeron e incendiaron la ciudad la cual tardo siglos en
salir a flote.
El desarrollo económico, no se produjo hasta el siglo
XIX cuando junto a las mejoras antes mencionadas fueron comenzadas
las obras de construcción del puerto.
El 24 de mayo de 1915 las naves austriacas se presentaron
amenazantes en el horizonte y bombardearon la ciudad,
Símbolos indiscutibles de la ciudad de Manfredonia
son el bellísimo y bien conservado castillo suevo-angevino
y la Catedral de San Lorenzo Maiorano (1270-1274, reconstruída
posteriormente en el siglo XVIII), la basílica de Santa
María de Siponto (siglo IX), edificada sobre una precedente
iglesia paleocristiana, y la iglesia de S. Leonardo (siglo
XI), a unos 10 km del centro.
Entre los edificios de caracter público cabe recordar
el Palazzo Cessa, Delli Santi, de Florio (siglo XV) y Palazzo
Celestini.
La ciudad se enciende durante las fiestas del carnaval dauno,
que tiene orígenes antiquísimos que deriban
de la antigua Siponto, durante los cuales se realizan desfiles
de carros alegóricos de papel maché.
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