TRANI
Espléndido centro habitado
situado sobre el mar Adriático en provincia de Bari,
Trani atrae al visitante por la belleza de su puerto y de
su inmenso patrimonio histórico arquitectónico.
Su territorio fue habitado desde el Neolítico pero
el centro actual nació en época romana bajo
el nombre de Turenum incluido en el trayecto de la vía
Trajana, probablemente en el siglo III d.C.
Según la leyenda fue fundado por Tirreno, mítico
hijo del héroe homérico Diomedes.
Con el final del Imperio Romano (476) Trani entró a
formar parte del Reino Ostrogodo (496-535) para posteriormente
volver después de la guerra greco-gótica (535-553)
al Imperio Romano de Oriente.
Permanecio bajo el poder bizantinos durante un siglo hasta
la conquista por parte de los longobardos de la Apulia Septentrional.
Después del 813 Trani pasó a ser sede episcopal
como consecuencia de la destrucción de Canosa por parte
de los sarracenos.
En el 881 volvió a la propiedad del Imperio de Oriente
el cual además se reveló con el alzamiento de
masas populares en el 1010 y en el 1018.
De este período son los famosos códigos marítimos
Ordinamenta Maris que codificaron por primera vez la marina
comercial.
Bajo el dominio suevo fue construido el Castillo frente al
mar donde Manfredi habitó durante un largo período
y el puerto comenzó a adquirir una importancia fundamental
en las rutas con Oriente, como testimonian las continuas luchas
de los Suevos con Venecia.
Por deseo del emperador suevo en el siglo XIII la ciudad fue
sede de los juicios civiles y penales conquistando posteriormente
mayor prestigio y riqueza.
La llegada de los angevinos (1269) coincidió para Trani
con el inicio de un período de decadencia que terminó
sólo con la llegada de los aragoneses (1442) al trono
de Nápoles.
Dominada por Venecia entre el 1496 y el 1509 Trani asumió
un nuevo esplendor con la vuelta de los españoles.
En el 1799 parte de la población participó en
los motines revolucionarios pero en la ciudad prevaleció
la facción ligada al Papa y por este motivo Trani fue
saqueada por las tropas francesas del general Broussier.
Con la subida al poder de Nápoles y en el Mezzogiorno
de Bonaparte (1806), Trani fue excluida de las sedes administrativas
avanzando hacia el declino económico interrumpido sólo
en el 1816 con la restauración del poder de los Borbones.
La ciudad volvió a ser sede de los procesos judiciales,
papel que le fue robado en el 1923 causando un nuevo declino
económico.
Hoy Trani es una meta turística por excelencia en Apulia
por la belleza de sus monumentos y de su puerto.
Llegar a Trani, atravesando el magnífico centro histórico
realizado en piedra de Trani y los palacios, iglesias, que
llegan hasta el puerto, así como admirar el Castillo
de Federico II que domina el mar es una experiencia inolvidable
para todo visitante sensible a la belleza artística.
La catedral románica, dedicada a San Nicolás
Peregrino (1097), se yergue majestuosa frente al mar convirtiéndose
en punto de referencia para los navegantes. La iglesia de
Todos los santos, fue edificada por los Templarios en el siglo
XIII, el Monasterio, la iglesia de Colonna y la iglesia de
San Francisco y de Santiago, completan la visita al románico
de la ciudad.
La visita no se puede dar por terminada sin incluir el Palacio
de los Dogues de Venecia y de las sinagogas de la Giudecca,
un tiempo gueto y refugio para los hebreos.
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