UGENTO
Centro habitado de la península
salentina situado en la parte que se asoma al Mar Jónico,
Ugento se encuentra inmersa en sus campos cultivados de olivos
y viñedos.
Fue centro mesápico llamado Ozan y fue fundado desde
el final de la edad del Bronce (siglo XV a.C.) Pero la presencia
del hombre en el territorio está testimoniada desde
el Paleolítico superior (hace 14.000 años) en
las dolinas de Bocca, Pozzo Zecca y Cesira. Del Neolítico
son en cambio el menhir de Terenzano y los hallazgos encontrados
en las grutas de Artanisi y Don Cirillo.
Con los Mesapios el centro conoció su máximo
esplendor como así lo certifica la extensión
de las murallas ciclópeas ( de 9 kilómetro de
longitud, de los cuales 5 Km todavía se conservan)
así como del hecho que Ugneto acuñara monedas.
En esta época la ciudad fue uno de los puertos principales
del Mediterráneo así como un nudo crucial para
el intercambio de mercancías vía marítima.
A partir del siglo VI a.C. inició un proceso de helenización
en sus costumbres debido al surgimiento de la potente colonia
griega de Taranto con la cual a pesar de todo los Mesapios
emprendieron muchas guerras, habitualmente victoriosas.
Ante el creciente poder de Roma los dos enemigos se aliaron
en la liga greco-mesápica y llamaron a Pirro, rey de
Épiro, para enfrentarse a los romanos. El rey devolvió
débiles victorias que se convirtieron en proverbiales,
pero tuvo que regresar a su patria dejando campo libre a los
romanos (270 a.C.).
La devoción por el nuevo poder, en cualquier caso no
debió ser inmediata si a la llegada del comandante
Aníbal a Apulia la población apoyó al
invasor (finales del siglo III a.C.) Fue por este motivo gravemente
castigada por Roma que le concedió en cualquier caso
el estatus de municipium después de las guerras civiles
(82 a.C.)
El final del Imperio llevó a la devastación
de las invasiones de visigodos y de vándalos y Ugento
fue así mismo destruida por los ostrogodos en el 545
durante el enfrentamiento contra los Bizantinos de Belisario
(535-553).
Conquistada por los Bizantinos (553) sufrió la débil
política administrativa que privilegiaba los territorios
de Oriente en detrimento de Apulia.
En el 842 y en el 924 fue asediada y saqueada por los Sarracenos.
La llegada de los normandos coincidió con el asedio
y la conquista de Ugento. Los nuevos señores iniciaron
la construcción del Castillo sobre el precedente castillo
romano en ruinas.
Pasada bajo el poder de los suevos primero (1194) y de los
angevinos posteriormente (1269) Ugento inició un declino
económico que duró siglos.
En el 1430 fue destruida por orden de la reina Juana II de
Nápoles.
El 4 de agosto de 1537 cayó victima del asalto de los
Turcos llegados del mar. Para defender a los soberanos españoles
decidieron levantar numerosas atalayas que todavía
hoy caracterizan la costa salentina.
La zona costera sufrió un proceso de sumergimiento
que determinó el desplazamiento de población
hacía zonas internas más elevadas.
Ugento fue por tanto erigida por numerosos señores
hasta la abolición del feudalismo en el 1806.
Ugento se encuentra dominada por su Castillo de planta trapezoidal
(siglo XIII posteriormente reconstruido en el siglo XVIII
y por la bella Catedral dedicada a la Asunción (1745,
reedificada a consecuencia de la destrucción turca)
El Monasterio de las benedictinas (siglo XVI), S. Antonio
de Padua (siglo XV) y el santuario de la Virgen de la Luz
(1574) completan la visita a los mayores monumentos religiosos
de Ugneto.
Del fasto antiguo se pueden admirar las Murallas Mesápicas
y la Acrópolis, primer núcleo de la ciudad.
Dos en cambio son los palacios dignos de mención y
de visita en la ciudad: Palazzo Gigli y Palazzo Colosso, que
alberga una colección de restos arqueológicos.
Fuera de la ciudad es posible hacer una interesante visita
a Santa María del Casale (siglo XII), Iglesia Basiliana.
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